¿Qué tipo de mujer eres?
¿Cuántas veces has soñado con conseguir el hombre ideal?
Dentro del entorno donde vivimos, hemos sido influenciadas con la idea del hombre ideal, de crecer y convertirnos en la princesa ideal que será rescatada de la torre y del dragón que custodia. Que hermoso sería despertar una mañana y desde la ventana de la torre observar como el príncipe de la armadura reluciente viene por nuestro rescate, un hombre valiente, capaz, aguerrido, fuerte y decidido… ¿y tú? ¿eres su princesa ideal? Si tu príncipe va a ofrecerte protección y cuidado ¿qué le ofrecerás tú?
Y bueno mi querida empoderada, en estas líneas comienza otra historia. Quédate para leerla y que la construyamos juntas hasta el final.
Gracias al gran impacto de la información que nos brindan las redes sociales a diario, sabemos que hoy en día, la realidad de las princesas es otra. La búsqueda del hombre ideal se ha convertido en una tarea que te pierde, te aleja, te ciega y daña en gran parte tu salud emocional, acumulando decepciones basadas en falsas ilusiones lejos de aparecerse esa persona amorosa, respetuosa, que sepa valorar lo que tiene, sea sincera, cortes y hasta buena en la cama. Todo esto suena a una lista casi imposible de cumplir, ¡y vamos a admitirlo chicas!, nos encanta listar las cualidades de nuestra próxima pareja, sin embargo, en esta búsqueda interminable terminamos perdiendo algo valioso: la conexión con nosotras mismas.
Guiadas por los estereotipos culturales que hay hacia el amor romántico, terminamos olvidando la importancia de cultivar nuestra propia y verdadera esencia, lejos del estereotipo en el que la sociedad quiere convertirte, es crear y hace de ti la mujer ideal para ti, esa en la que te has querido convertir y que no tiene nada que ver con ser una mujer cortoplacista.
Y sí hay tres tipos de mujeres… ¿en cuál te quieres convertir?
1. La mujer “empalagosa”, esa mujer que es capaz de comprender, empatizar, hablar y escuchar al hombre, esa con la que puedes construir proyectos y tener largas conversaciones porque siempre estará allí para ti. Sin embargo, este tipo de mujer, a la larga, debido a su disponibilidad constante, tiende a convertirse en una amiga y apagando todo sentido de valor sexual y atractivo para un hombre.
2. La mujer “química”, esta es capaz de despertar pasiones, miradas y la atención que tanto le gusta tener. Es muy fácil convertirse en el centro de las miradas y llevar a la cama al hombre que se le antoje. Pero es una mujer cortoplacista y tiene un precio que muchos hombres no quieren pagar, solo tienen un valor sexual y químico que, al pasar el efecto no despiertan ningún otro tipo de atención.
3. Mujer “ganadora”, esta mujer tiene la capacidad de adoptar las cualidades de las mujeres anteriores. Posee la habilidad de saber establecer los límites entre una y otra haciendo que se convierta en una mujer que despierta pasiones y sea capaz de marcar una conversación amena por horas. Quieres crear proyectos y marcar aventuras porque es el coctel perfecto de atracción.
Pero ¿cómo se llega a esa mujer “ganadora”?
Dejando de buscar afuera lo que puedes cultivar primero en ti misma: ser una mujer atractiva para ti, sensual, femenina, irresistible, inteligente, segura, respetuosa y amorosa contigo misma. Lejos de un estereotipo social y de belleza, una mujer que sabe cultivar su autoestima y amor propio, cuidar de su salud en todos los sentidos, sabe reconocer y elegir entre los hábitos que la potencian y los que le restan energía. Una mujer ganadora va a preferir cambiar una hora de maquillaje por una de ejercicio, de contacto con la naturaleza o de planificación para una mejor calidad de vida. No busca a un hombre para “completar” sus requerimientos amorosos sino para potenciar sus cualidades y habilidades.
En empodera tu vida no te dejamos solos en el proceso y te damos 4 pilares importantes para empezar a cultivar la mujer ganadora que hay en ti.
Paso 1. Trabaja en tu autoconciencia. ¿Qué tipo de mujer quiero ser hoy?
Paso 2. Sé más autoeficaz. ¿cómo puedo mejorar mi reacción ante los cambios?
Paso 3. Aplica asertividad emocional. ¿con qué emociones soy capaz de tomar decisiones definitivas para mí?
Paso 4. Trabaja tu autogestión. Cuando vienen pensamientos negativos ¿cómo los manejo?
Si empiezas por ti, puedes cambiar la forma en que miras las cosas y construir ese entorno que te sume en la construcción de tu versión ganadora. Así, las cosas que miras cambian, es decir, que tu entorno también podrá percibir la transformación que está ocurriendo en ti y comenzarás a atraer eso que alguna vez buscaste. Recuerda, no pides, no eres una princesa que se vuelve una carga, tú atraes y eres capaz de hacerlo por ti misma.
¿Te has gustado este post? Comparte este link con esa mujer que también quieres que sea una ganadora como tú.